Padres y madres que tienen diversos modos de actuar, de educar, de ser frente a sus hijos. El presente artículo no tiene como objetivo “encasillar” o “catalogar” a padres y madres, no se plantea una “columna de aspectos negativos y la otra de aspectos positivos”, sino que, persigue plantear algunas acciones que realizan con regularidad padres y madres, para que siendo sinceros sean capaces de identificarlas, y posteriormente realizar las modificaciones encaminadas a mejorar hábitos, conductas, actitudes y costumbres a favor de una mejor crianza y forma de relación entre hijos/as y padres/madres.

padres y madres que

Ofrecen a sus hijos/as entre comidas, “un puñadito” de frutos secos (almendras, nueces naturales) fruta, agua.

Ofrecen a sus hijos/as entre comidas, paquetes de comida que se consigue fácilmente en la “esquina”: papas, golosinas, refrescos, etc.

Cuando sus hijos/as se caen o comenten algún error, los padres/madres explican, hablan con ellos/as, reflexionan y buscan en conjunto formas de “reparar el daño”, validan sentimientos.

Cuando sus hijos/as se caen o comenten algún error, padres/madres gritan, castigan, pegan, llaman la atención enfrente de todos, establecen consecuencias desde el enfado.

Explican y enseñan a sus hijos/as que es lo que pueden   hacer de acuerdo a su edad (responsabilidades)

Utilizan el “trueque sentimental”: Si te portas bien, te prometo x.

Cumplen “promesas”, acordes en tiempo y edad de los/las menores. No es lo mismo decirle a un/a niño/a de 3 años un día lunes: “te prometo que te llevaré al parque este fin de semana” cuando, a esa edad no tienen “noción del tiempo”, a decírselo  a un/a menor de 10 años por ejemplo.

La convivencia  está supeditada a las notas en el colegio, o al buen o mal comportamiento que tengan.

Los “regalos” los dan padres y madres en fechas establecidas: cumpleaños, navidades, evento especiales, son sencillos, útiles y previamente anhelados por los/las hijos/as.

Los “regalos materiales” están o no vinculados a las buenas notas que saca en el cole, o al buen comportamiento. “Si sacas 10 te compro x, si sacas malas calificaciones no te compro nada”.

Cuando se pelean entre hermanos, los separan tranquilamente y buscan la manera  que, como hermanos traten de solucionar el conflicto, que negocien (dependiendo las edades).

Cuando se pelean entre hermanos/as los reprenden severamente, gritando y pegándoles.

Cuando salen a pasear con sus hijos/as los fines de semana, están más pendientes del móvil/celular que de sus chicos/as.

Cuando salen a pasear con sus hijos/as “se desconectan” del móvil/celular y son capaces de disfrutar el paseo, tienen una exquisita convivencia.

Comen con el móvil/celular o la televisión enfrente, atendiendo más “otros asuntos”, en lugar de entablar una conversación en familia.

Son capaces de apartar el móvil/celular de la mesa a la hora de desayunar, comer y cenar, para conversar en familia.

Antes de acostarse se quedan revisando el móvil/celular y lo colocan a su lado, en la “mesilla de noche”, muy cerca de la almohada.

Dan el beso de buenas noches al móvil/celular.

Antes de acostarse son capaces de dejar el móvil/celular en el salón/ o sala u otro sitio fuera de su habitación.

Dan el beso de buenas noches a sus hijos/as.

Cuando tienen ya 6 años o mayores, continúan cargando la mochila de sus hijos/as, les ponen el lunch/almuerzo en la mochila, les preparan el uniforme y los visten.

Acompañan a sus hijos al colegio, les van enseñando paulatinamente desde muy pequeños, la importancia de la responsabilidad, en sus cosas y tareas dentro y fuera de casa.

Cuando se caen “rectifican” el daño que se han hecho y si es algo ligero, esperan a que ellos/ellas se levanten solos/as, si lloran validan sus emociones y los tranquilizan.

Cuando se caen, van corriendo enseguida a levantarlos o por el contrario los regañan, no permiten la expresión de sentimientos, si lloran está mal y eso los enfada.

Cuando hacen “alguna travesura” o merecen “algún tipo de sanción”, castigan y suelen imponerlo inmediatamente, desde el enojo, y en ocasiones, no se cumplen del todo.

Cuando hacen “alguna travesura”, piensan en la consecuencia que les ayudará en verdad a comprender y reparar el daño que causaron. Evitan imponer inmediatamente.

Saludan a los demás, dan los buenos días, dicen por favor y gracias.

Rara vez saludan, dicen por favor y gracias.

Prestan atención a lo que dicen sus hijos/as, a sus  juegos y dibujos, pueden detectar fácilmente un cambio drástico o distinto en ellos/as. Conocen a sus amistades. Saben lo que les gusta y dialogan con ellos/as

Conocen poco a sus hijos/as, no tienen claro cómo van cambiando sus gustos e intereses, están poco alertas. No saben con quién se relacionan.

Generalmente, los sobrecargan de actividades extraescolares o por la tarde están instalados frente al televisor u otros medios, son rutinarios y monótonos.

Ofrecen alternativas y las actividades son variadas de acuerdo a las posibilidades. Diversifican.

Tienen el hábito de la lectura, se relacionan con gente que aporta cosas positivas, experimentan, buscan alternativas para solucionar problemas, son prevenidos.

Consumen “chatarra” visual y auditiva, se reúnen para criticar, resuelven las situaciones de la misma manera, dejan todo a “última hora”.

Permiten que sus hijos jueguen, se ensucien, les enseñan cosas de la vida y la naturaleza, ríen con ellos/as y pasan tiempo juntos, los abrazan.

Desean que sean “como soldados”, híper- pulcros y obedientes. En casa se escuchan pocas risas, se abrazan poco.

Favorecen la seguridad personal y de pensamiento, reconocen y valoran sus esfuerzos, les enseñan a perdonar con el ejemplo, cuando hablan son escuchados/as, recuerdan vale “equivocarse” y que de ello aprendemos.

Creen que lo que opinen no tiene importancia, sus esfuerzos rara vez son validados, cuando se enfadan tardan mucho tiempo en “contentarse”, cuando se equivocan son castigados.

Promueven que la casa sea un sitio seguro, de contención y pertenencia, la casa la decoran con fotos de momentos de victoria y aprendizaje

Incitan a que estén fuera de casa, valoran más las cosas “externas”, la decoración de la casa es siempre la misma.

Saben respirar y estar tranquilos.

Van acelerados, corriendo.

 

Vanessa Maillefert Rovira
Psicoterapeuta individual, de pareja y familiar.